Aprovechando que ayer 21 de Marzo se celebró
el Día Internacional del Síndrome de Down, me gustaría compartir lo que la
autora María del Castellar Encinas de la Oliva compartió haciendo eco de un
artículo publicado en el periódico “La Tribuna” llamado:
“Tengo síndrome de Down y no soy
tan distinto a ti”
Me gustaría reflexionar sobre algunas
afirmaciones que lanzaron personas con dicha enfermedad, como son:
“Tómate tiempo para conocerme”, “Detrás
de mis rasgos hay una persona llena de emociones y experiencias”, “Si quieres
saber algo de mí habla conmigo”……
Desde aquí me gustaría invitar a toda
la gente a pensar porque cuando vemos a una persona con síndrome de Down
inevitablemente la sonreímos, cuando queremos saber algo sobre ella
automáticamente preguntamos a su familia…. ¿Cómo nos sentiríamos nosotros si siendo
adultos nos tratasen siempre como a niños? Creo que la alteración cromosomática
que caracteriza dicha enfermedad no es tan “diferente” a la nuestra. Pienso que
estas personas deben sentir gran impotencia, ya que ellos quieren poder
demostrar al mundo que son tan válidos como cualquier otra persona pero la
mayoría de las veces la sociedad en general no les deja hacerlo,
mostrarse tal como son, más parecidos a nosotros de lo que pensamos.
Me gustaría cerrar mi reflexión, con
otras de las frases dichas por ellos como son “ Tener síndrome de Down no
hace que esté siempre de buen humor ni sea simpático con todo el mundo”,”
si soy un adulto no me trates como un niño”,” Tengo síndrome de Down y no soy
tan distinto a ti”…