Uno de los Proyectos de Desarrollo que
forman parte del Programa de la ONGD, nos tocaba coordinar con el Director y
docentes de un Colegio de una zona rural y resaltaron dos puntos uno positivo y
otro por mejorar. Los puntos positivos la actitud y ganas de los docentes que
querer aprender, compartir, asistir a las capacitaciones, con varias ideas para
mejorar el colegio. Ese sentimiento de querer mejorar a veces puede verse
obstaculizado cuando la autoridad está alejado del liderazgo. Eso me llevó a la reflexión que hizo Liz Ryan
de Forbes y que fue publicado en un Diario local sobre las señalas de que el
jefe es un líder débil y una forma de ayudarles a mejorar es siendo honestos
con el o ellos de una manera educada. En este específico caso tuvo buenos
resultados y la autoridad del colegio supo escuchar y agradecer a sus colaboradores
por la honestidad.
Entonces que caracteriza a los
Líderes débiles:
Ø Si usted
hace una sugerencia sensata a un mal líder, es probable que él o ella ignoren
lo dicho o encuentren una manera de ningunearlo. Los líderes débiles no quieren
que se cuestione su autoridad, es por eso que cuando usted ofrece una nueva
idea, un líder débil podría decir: “yo ya había pensado en eso” o “no sabes
cómo funciona el sistema”.
Ø Los buenos
gerentes saben que cada persona en su equipo cuenta con millones de células
cerebrales. Cada una de esas células podría ayudar a resolver los últimos
problemas y obstáculos en el trabajo. Sería divertido profundizar en los
problemas más espinosos que su equipo enfrenta y solucionarlos, pero los
gerentes débiles no quieren dar su aprobación al trabajo que realizan sus
compañeros de equipo.
Ø Los buenos
gerentes dicen “¿qué podemos mejorar? ¿Qué necesitamos cambiar por aquí?” Los
gerentes débiles no quieren ningún cambio, quieren permanecer en su zona de
confort. Ellos quieren mantener alejada la realidad. Una vez que establecen una
política, en su opinión, es inamovible e inalterable.
Ø Se puede
identificar a un gerente débil por la forma en que tratan a las personas que
cuestionan el status quo en su área. Los gerentes débiles no ocultan sus
sentimientos acerca de las personas que ellos piensan podrían amenazar su
autoridad.
Ø La clave
para entender el comportamiento de un gerente débil es observar su miedo. Los
gerentes débiles tienen miedo de su propia sombra. Siempre están al límite, y
por eso arremeten contra las personas que no se ajustan correctamente en las
acogedoras y confinadas cajas en donde ellos los quieren. Uno puede aprender
mucho de un gerente débil todo tipo de lecciones sobre qué no hacer cuando se
dirige a personas.
Si identificamos que nosotros o
nuestros jefes tienen estas características de líderes débiles es una excelente
oportunidad para saber escuchar y promover un cambio.