jueves, 26 de noviembre de 2015

Cuando el Jefe está alejado del Liderazgo




Uno de los Proyectos de Desarrollo que forman parte del Programa de la ONGD, nos tocaba coordinar con el Director y docentes de un Colegio de una zona rural y resaltaron dos puntos uno positivo y otro por mejorar. Los puntos positivos la actitud y ganas de los docentes que querer aprender, compartir, asistir a las capacitaciones, con varias ideas para mejorar el colegio. Ese sentimiento de querer mejorar a veces puede verse obstaculizado cuando la autoridad está alejado del liderazgo.  Eso me llevó a la reflexión que hizo Liz Ryan de Forbes y que fue publicado en un Diario local sobre las señalas de que el jefe es un líder débil y una forma de ayudarles a mejorar es siendo honestos con el o ellos de una manera educada. En este específico caso tuvo buenos resultados y la autoridad del colegio supo escuchar y agradecer a sus colaboradores por la honestidad.
Entonces que caracteriza a los Líderes débiles:

Ø  Si usted hace una sugerencia sensata a un mal líder, es probable que él o ella ignoren lo dicho o encuentren una manera de ningunearlo. Los líderes débiles no quieren que se cuestione su autoridad, es por eso que cuando usted ofrece una nueva idea, un líder débil podría decir: “yo ya había pensado en eso” o “no sabes cómo funciona el sistema”.

Ø  Los líderes débiles te dicen lo que estás haciendo mal, en lugar de lo que estás haciendo bien.  Los buenos gerentes fortalecen las grandes cosas que hacen sus compañeros. Los jefes mediocres señalan solo los errores. 

Ø  Los líderes débiles amenazan y acosan a sus empleados. Eso significa que confían lo suficiente en ellos mismos para contratar a otras personas increíbles que lo rodean. Los gerentes débiles, en el fondo, dudan de sí mismos. Temen que no son lo suficientemente buenos. Quieren sentirse mejor poniendo a otras personas por debajo de ellos.

Ø  Los buenos gerentes saben que cada persona en su equipo cuenta con millones de células cerebrales. Cada una de esas células podría ayudar a resolver los últimos problemas y obstáculos en el trabajo. Sería divertido profundizar en los problemas más espinosos que su equipo enfrenta y solucionarlos, pero los gerentes débiles no quieren dar su aprobación al trabajo que realizan sus compañeros de equipo.

Ø  Los buenos gerentes dicen “¿qué podemos mejorar? ¿Qué necesitamos cambiar por aquí?” Los gerentes débiles no quieren ningún cambio, quieren permanecer en su zona de confort. Ellos quieren mantener alejada la realidad. Una vez que establecen una política, en su opinión, es inamovible e inalterable.

Ø  Se puede identificar a un gerente débil por la forma en que tratan a las personas que cuestionan el status quo en su área. Los gerentes débiles no ocultan sus sentimientos acerca de las personas que ellos piensan podrían amenazar su autoridad.

Ø  La clave para entender el comportamiento de un gerente débil es observar su miedo. Los gerentes débiles tienen miedo de su propia sombra. Siempre están al límite, y por eso arremeten contra las personas que no se ajustan correctamente en las acogedoras y confinadas cajas en donde ellos los quieren. Uno puede aprender mucho de un gerente débil todo tipo de lecciones sobre qué no hacer cuando se dirige a personas.


Si identificamos que nosotros o nuestros jefes tienen estas características de líderes débiles es una excelente oportunidad para saber escuchar y promover un cambio.

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