lunes, 22 de agosto de 2016

Detrás de un Helado de Vainilla

En el año 1999, el Sr Mayer, compró un auto de una marca reconocida y escribió una carta a la gerencia de la Empresa  el cual decía: "Recientemente compré un carro de su marca y desde entonces la ida a la heladería, rumbo a mi casa, se ha convertido en un serio problema, pues cuando paramos con mi familia a comer helado de vainilla el carro no funciona normalmente. Ustedes pensarán que estoy loco pero la verdad es que estoy muy disgustado con el carro"



El Gerente después de reflexionar sobre el tema, decidió enviar a un ingeniero de la empresa para solucionar el problema y efectivamente comprobó que cuando se compraba helado de vainilla el carro del cliente no funcionaba. El problema terminó volviéndose una obsesión para el ingeniero de la empresa y al cabo de dos semanas llegó al primer gran descubrimiento: Cuando se compraba helado de vainilla el dueño del auto gastaba menos tiempo porque este estaba muy cerca del negocio del cliente y por tal razón el carro no lograba enfriar debido al poco tiempo usado en la operación. Así, los vapores del combustible no se disipaban, impidiendo el arranque instantáneo del motor.

A partir de esta investigación, la empresa de autos cambió el sistema de alimentación de combustible en sus carro de la marca que tenía problemas; al cliente afectado se le cambió por un nuevo auto con el nuevo sistema y el Gerente mandó una carta a sus colaboradores para que estuvieran al tanto hasta de los reclamos más insólitas, porque de pronto una gran innovación podría estar detrás de un helado de vainilla.

Por eso:
"Tu cliente aunque parezco más insatisfecho es una de tus mejores fuentes de aprendizaje"
                                                                                                  Bill Gates

jueves, 11 de agosto de 2016

El Ultimo Trabajo


Un Empresario le dijo a su empleado:

Quiero que me construyas una casa; aquí están los planos, ¡Quiero que la hagas conforme este diseño!... ¡No quiero que falte nada!.

El empleado tomó los planos y molesto porque le faltaban sólo 3 meses para jubilarse, comenzó a decirse: ¡Me faltan 3 meses para jubilarme y este hombre me da un trabajo para seis meses, pues lo haré!... ¡Pero voy a utilizar materiales de segunda, no me voy a esmerar mucho, haré lo que pueda, y así me quedará dinero para mi!
Las columnas las hizo sin mucho esmero, usó materiales baratos y de segunda, en toda la edificación de la casa utilizo materiales no acordes a la estructura y solo se esmeró en la fachada para engañar al dueño, y lo que podía saltarse en la fabricación lo hizo, de tal manera se "ahorraría" el tiempo que necesitaba normalmente para hacerlo y así irse lo mas pronto posible.

Cuando terminó la edificación, se presentó el dueño y miró la casa, observó que habían algunos detalles pero se acercó a su empleado y le dijo: ¡Toma las llaves!... ¡Este es tu regalo!... ¡Por todos los años que me has servido!... ¡¡¡Esta es tu casa!!!
¿Cómo cree usted que se sintió este hombre al oír aquello? Él lamentablemente había cosechado lo que había sembrado...

Moraleja:
Todo lo que hagas hazlo con AMOR, no dañes a nadie, sé un buen ejemplo, da lo Mejor y recibirás lo Mejor...

¡La Vida es un boomerang, todo regresa a ti!... Porqué el primer cliente que tienes es tu integridad y él no se equivoca a la hora de pagar.