jueves, 29 de octubre de 2015

¿Existe diferencia entre escuchar al Potencial cliente haciendo una investigación o prestar sólo atención a lo que nos dice cotidianamente?

Escuchar al cliente a través de una Investigación Estratégica

¿Existe diferencia entre escuchar al Potencial cliente haciendo una investigación o prestar sólo atención a lo que nos dice cotidianamente?


Era la primera sesión, un nuevo grupo de emprendedores en la Universidad, yo estaba escuchando atentamente las presentaciones de cada uno y de sus ideas de emprendimiento. Al preguntarles sobre sus expectativas del curso, del por qué “explorar, investigar, estudiar el mercado para emprendedores”, vi en sus rostros un gran signo de interrogación.

Cuando un emprendedor estudia, investiga el mercado busca entender a sus futuros clientes y conocer sus expectativas con el  fin de reducir al máximo los errores y que esto contribuya en la toma acertada de decisiones. Lo mismo ocurre con las empresas que  dependen de la investigación para obtener información actualizada acerca de su mercado, de la mano de las nuevas tecnologías que exigen evolucionar y adaptarse para mantenerse competitivas logrando adquirir información oportuna con ayuda de medios innovadores que deben ser implementados para interactuar con el mercado.

Escuchar al cliente a través de una investigación es dar coherencia a los mensajes y las acciones que se quieren comunicar. Si sólo se les escucha en momentos puntuales como compartiendo un tasa de café, en los puntos de venta, o sólo revisando los reclamos o quejas presentadas por los clientes, o cuando un amigo, vecino da su opinión, ocasionará un error basado en la generalidad de conclusiones, en el exagerado optimismo que esconde claridad en los proyectos de emprendimiento. Esto sería una falsa escucha, sesgada y nada representativa que no sirve para tener en cuenta el punto de vista de todo el mercado objetivo.

Pasaron unas semanas de clases y ver que los participantes-emprendedores van aclarando sus dudas, van planificando, preparando, haciendo trabajo de campo, para luego procesarlas y que los lleven a encontrar hallazgos para que contribuyan a una mejor toma de decisiones es gratificante.

sábado, 17 de octubre de 2015

¿Qué pueden hoy hacer las organizaciones para instalar una cultura positiva en su Equipo de Ventas?

¿Qué pueden hoy hacer las organizaciones

para instalar una cultura positiva en su Equipo de Ventas?



Lo decía Kim Wright Wiley en la revista Harvard Deusto Marketing & Ventas en una de las reflexiones sobre la motivación del equipo de ventas que genera una actitud positiva que se traduce en beneficios para la empresa. Lo cual hace que este tema deba ocupar un lugar preferente en todo proceso de gestión de personas. La clave está en saber combinar correctamente incentivos materiales y actitudinales para obtener los mejores resultados de la fuerza de ventas.

Entonces
¿Qué mensaje o estado de ánimo envía tu equipo de ventas a los clientes actuales o potenciales?

Porque el vendedor es quien estable la profecía auto cumplida y el posible cliente puede seguir en la misma línea y paralizar toda posibilidad de venta.

Hay mucha información al respecto, revisaba y analizaba varias y comparto algunas recomendaciones que particularmente enfoca lo que define a un vendedor optimista que tiene el objetivo claro:

1: Los vendedores optimistas administran resultados, no excusas.
Ellos saben que la venta es una gran profesión porque pueden controlar sus resultados. Los mejores vendedores buscan mentores que les ayuden a mirar de otra manera para hacer negocios en tiempos difíciles. Superan a sus competidores que aún están soñando con “el retorno de los viejos tiempos”. Los mejores vendedores invierten en el aprendizaje para ser más astutos y superar a sus competidores.

Los vendedores optimistas no buscan una vida mejor. Hacen de ella una vida mejor.

El optimismo es una habilidad “suave” que produce resultados de ventas “duros”. Los vendedores optimistas son fáciles de manejar. Los gerentes de ventas pasan menos tiempo en dramas y cuentos tristes y más tiempo tratando de encontrar estrategias para abrir nuevos negocios.

2. Los vendedores optimistas escogen a sus amigos sabiamente.
Pregúntate: ¿Generalmente, con quién te relacionas: con personas optimistas o con pesimistas? ¿Qué tipo de emoción se extiende entre tus compañeros y colegas? ¿Es una saludable conversación o una pesimista?
Aquí está la diferencia. El vendedor pesimista dice que nadie compra. El vendedor optimista dice que algunos compran… Solo necesita encontrarlos.


3. Los vendedores optimistas recuerdan que la adversidad es temporal, no permanente
Si el negocio anda un poco lento, los vendedores optimistas tratan de acelerarlo cuidando sus mejores activos: los clientes existentes. Invierten más tiempo en prospección consistente.
Saben que la economía finalmente se calmará (todas las crisis pasan) y cuando lo haga, el potencial cliente los llamará a ellos, no a su competidor que se ha quedado sentado en su oficina compartiendo historias tristes con sus colegas pesimistas.

4. Frente a la adversidad, los vendedores optimistas se formulan mejores preguntas como el ¿Qué tiene de bueno esto?. 
Los mejores vendedores saben que es en la adversidad donde se forma el carácter y se aprenden grandes lecciones. Los optimistas aprovechan esta capacitación gratuita porque saben que las lecciones aprendidas hoy le producirán dinero en el futuro.

¿Qué puedo hacer con esta situación? Los/as vendedores optimistas toman el control porque saben que el control equivale a la acción, la acción produce resultados y los resultados aumentan la motivación.

¿Qué hay de divertido en esto? El humor es una gran manera de aliviar el estrés y libera la mente para la creatividad, la claridad y la innovación.

Conclusiones

El optimismo es una opción. Todas/os los que leen este artículo tienen la opción de despertar y optar por algo bueno en su día y en sus negocios. No significa que no prestas atención a la realidad en una economía difícil. Solo significa que buscas un mejor equilibrio entre la realidad y el optimismo.



 ¡Buen fin de semana!

viernes, 2 de octubre de 2015

¿Qué mensaje o estado de ánimo envía tu equipo de ventas a los clientes actuales o potenciales?


¿Qué mensaje o estado de ánimo envía tu equipo de 

ventas a los clientes actuales o potenciales?


Hace unos días, mientras escuchaba atentamente algunos planes comerciales que eran sustentados por vendedores, supervisores o jefes de ventas  adicional al contenido observaba el lenguaje no verbal, el tono, énfasis de voz que le ponían para “vender su plan”; pero también noté que a un pequeño número de vendedores les faltaba eso que llamamos “el creérselo uno mismo”. Durante las preguntas que hacía, las respuestas de la mayoría  de los vendedores eran convincentes, y a medida que preguntaba más, sus respuestas eran más contundentes aún. Sin embargo las respuestas del otro grupo de vendedores les faltaba ese convencimiento de sus productos y/o servicios.


Este tema de la actitud de los vendedores me tenía dando vueltas por la cabeza y recordé sobre el libro que me recomendaron hace un tiempo atrás, así que decidí leerlo, “El Optimismo Aprendido” de Martin Seligman.  Mi apreciación personal es que no es un simple libro de autoayuda como la mayoría, pues se centra también en explicar sobre las investigaciones que llevan al autor a plantear sus ideas y consejos de autoayuda, basándose en dichos estudios para enseñar cómo y cuándo usar un pensamiento optimista y las ventajas (o desventajas) de hacerlo.

La conclusión a la que llegó Seligman fue que el modo en que interpretamos  lo que nos sucede, determina cómo nos enfrentamos a tales acontecimientos.
Existe investigaciones que evidencian de que los vendedores optimistas ganan más dinero (eso parece obvio), pero no significa que ellos no presten atención a la realidad en una economía difícil. Sino que buscan un mejor equilibrio entre la realidad y el optimismo. Por ello  los vendedores deberían preocuparse de no tener el virus del pesimismo. El pesimismo es un virus mortal cuando penetra una organización de ventas porque las emociones son contagiosas. El término clínico es “contagio emocional” o “transmisión de Estados de ánimo”.

Entonces…

 ¿Qué pueden hacer las organizaciones de ventas para detener la epidemia de pesimismo. Empieza a instalar tú misma/o esa cultura de venta hoy.

Aquí unas recomendaciones después de revisar algunas informaciones, blogs, etc, Empecemos por la primera de las cuatro:
1: Frente a la adversidad, los vendedores optimistas se formulan mejores preguntas como el ¿Qué tiene de bueno esto?. Los mejores vendedores saben que es en la adversidad donde se forma el carácter y se aprenden grandes lecciones. Los optimistas aprovechan esta capacitación gratuita porque saben que las lecciones aprendidas hoy le producirán dinero en el futuro.
¿Qué puedo hacer con esta situación? Los/as vendedores optimistas toman el control porque saben que el control equivale a la acción, la acción produce resultados y los resultados aumentan la motivación.
¿Qué hay de divertido en esto? El humor es una gran manera de aliviar el estrés y libera la mente para la creatividad, la claridad y la innovación.

En la siguiente seguiremos con las otras tres.

¡Buen fin de semana!