sábado, 17 de octubre de 2015

¿Qué pueden hoy hacer las organizaciones para instalar una cultura positiva en su Equipo de Ventas?

¿Qué pueden hoy hacer las organizaciones

para instalar una cultura positiva en su Equipo de Ventas?



Lo decía Kim Wright Wiley en la revista Harvard Deusto Marketing & Ventas en una de las reflexiones sobre la motivación del equipo de ventas que genera una actitud positiva que se traduce en beneficios para la empresa. Lo cual hace que este tema deba ocupar un lugar preferente en todo proceso de gestión de personas. La clave está en saber combinar correctamente incentivos materiales y actitudinales para obtener los mejores resultados de la fuerza de ventas.

Entonces
¿Qué mensaje o estado de ánimo envía tu equipo de ventas a los clientes actuales o potenciales?

Porque el vendedor es quien estable la profecía auto cumplida y el posible cliente puede seguir en la misma línea y paralizar toda posibilidad de venta.

Hay mucha información al respecto, revisaba y analizaba varias y comparto algunas recomendaciones que particularmente enfoca lo que define a un vendedor optimista que tiene el objetivo claro:

1: Los vendedores optimistas administran resultados, no excusas.
Ellos saben que la venta es una gran profesión porque pueden controlar sus resultados. Los mejores vendedores buscan mentores que les ayuden a mirar de otra manera para hacer negocios en tiempos difíciles. Superan a sus competidores que aún están soñando con “el retorno de los viejos tiempos”. Los mejores vendedores invierten en el aprendizaje para ser más astutos y superar a sus competidores.

Los vendedores optimistas no buscan una vida mejor. Hacen de ella una vida mejor.

El optimismo es una habilidad “suave” que produce resultados de ventas “duros”. Los vendedores optimistas son fáciles de manejar. Los gerentes de ventas pasan menos tiempo en dramas y cuentos tristes y más tiempo tratando de encontrar estrategias para abrir nuevos negocios.

2. Los vendedores optimistas escogen a sus amigos sabiamente.
Pregúntate: ¿Generalmente, con quién te relacionas: con personas optimistas o con pesimistas? ¿Qué tipo de emoción se extiende entre tus compañeros y colegas? ¿Es una saludable conversación o una pesimista?
Aquí está la diferencia. El vendedor pesimista dice que nadie compra. El vendedor optimista dice que algunos compran… Solo necesita encontrarlos.


3. Los vendedores optimistas recuerdan que la adversidad es temporal, no permanente
Si el negocio anda un poco lento, los vendedores optimistas tratan de acelerarlo cuidando sus mejores activos: los clientes existentes. Invierten más tiempo en prospección consistente.
Saben que la economía finalmente se calmará (todas las crisis pasan) y cuando lo haga, el potencial cliente los llamará a ellos, no a su competidor que se ha quedado sentado en su oficina compartiendo historias tristes con sus colegas pesimistas.

4. Frente a la adversidad, los vendedores optimistas se formulan mejores preguntas como el ¿Qué tiene de bueno esto?. 
Los mejores vendedores saben que es en la adversidad donde se forma el carácter y se aprenden grandes lecciones. Los optimistas aprovechan esta capacitación gratuita porque saben que las lecciones aprendidas hoy le producirán dinero en el futuro.

¿Qué puedo hacer con esta situación? Los/as vendedores optimistas toman el control porque saben que el control equivale a la acción, la acción produce resultados y los resultados aumentan la motivación.

¿Qué hay de divertido en esto? El humor es una gran manera de aliviar el estrés y libera la mente para la creatividad, la claridad y la innovación.

Conclusiones

El optimismo es una opción. Todas/os los que leen este artículo tienen la opción de despertar y optar por algo bueno en su día y en sus negocios. No significa que no prestas atención a la realidad en una economía difícil. Solo significa que buscas un mejor equilibrio entre la realidad y el optimismo.



 ¡Buen fin de semana!

1 comentario: