¿Qué
mensaje o estado de ánimo envía tu equipo de
ventas a los clientes actuales o
potenciales?
Hace unos días, mientras escuchaba atentamente algunos planes
comerciales que eran sustentados por vendedores, supervisores o jefes de
ventas adicional al contenido observaba
el lenguaje no verbal, el tono, énfasis de voz que le ponían para “vender su
plan”; pero también noté que a un pequeño número de vendedores les faltaba eso
que llamamos “el creérselo uno mismo”. Durante las preguntas que hacía, las
respuestas de la mayoría de los
vendedores eran convincentes, y a medida que preguntaba más, sus respuestas
eran más contundentes aún. Sin embargo las respuestas del otro grupo de
vendedores les faltaba ese convencimiento de sus productos y/o servicios.
Este tema de la actitud de
los vendedores me tenía dando vueltas por la cabeza y recordé sobre el libro
que me recomendaron hace un tiempo atrás, así que decidí leerlo, “El Optimismo
Aprendido” de Martin Seligman. Mi
apreciación personal es que no es un simple libro de autoayuda como la mayoría,
pues se centra también en explicar sobre las investigaciones que llevan al
autor a plantear sus ideas y consejos de autoayuda, basándose en dichos
estudios para enseñar cómo y cuándo usar un pensamiento optimista y las
ventajas (o desventajas) de hacerlo.
La conclusión a la que llegó Seligman fue que el modo en que
interpretamos lo que nos sucede,
determina cómo nos enfrentamos a tales acontecimientos.
Existe investigaciones que evidencian de que los vendedores optimistas
ganan más dinero (eso parece obvio), pero no significa que ellos no presten
atención a la realidad en una economía difícil. Sino que buscan un mejor
equilibrio entre la realidad y el optimismo. Por ello los vendedores deberían preocuparse de no
tener el virus del pesimismo. El pesimismo es un virus mortal cuando penetra
una organización de ventas porque las emociones son contagiosas. El término
clínico es “contagio emocional” o “transmisión de Estados de ánimo”.
Entonces…
¿Qué pueden hacer las
organizaciones de ventas para detener la epidemia de pesimismo. Empieza a
instalar tú misma/o esa cultura de venta hoy.
Aquí unas recomendaciones después de revisar algunas informaciones,
blogs, etc, Empecemos por la primera de las cuatro:
1: Frente a la adversidad, los vendedores optimistas se formulan mejores
preguntas como el ¿Qué tiene de bueno
esto?. Los mejores vendedores saben que es en la adversidad donde se forma
el carácter y se aprenden grandes lecciones. Los optimistas aprovechan esta
capacitación gratuita porque saben que las lecciones aprendidas hoy le
producirán dinero en el futuro.
¿Qué puedo hacer con esta situación? Los/as vendedores optimistas
toman el control porque saben que el control equivale a la acción, la acción
produce resultados y los resultados aumentan la motivación.
¿Qué hay de divertido en esto? El humor es una gran manera de
aliviar el estrés y libera la mente para la creatividad, la claridad y la
innovación.
En la siguiente seguiremos con las otras tres.
¡Buen fin de semana!
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